jueves, 14 de mayo de 2009

"FETICHE"


Desde que mi aire turbio se colocó en su viento
y yo me coloqué del olor de su piel
no tuve más olfato que su hedor masculino
ni más razón de ser que excitarme en el beso
que me da, sin saberlo,
cuando hasta mi se acerca
y huelo intensamente
la pasión que desprende
coronando su haber.
Desodorante eficaz ceñido a mi hipotálamo.
Incienso incombustible su sólido sudor.
Clavo de olor aromático que se clava y se clava.
Eau de toilette de mi hombre que me hace perecer.
Yo lo busco en mi aire cuando desaparece,
entre la ropa sucia,
una nuca que acuna un bálsamo que cura,
en “gayumbos” sudados que apestan a lujuria,
en la aureola que deja que no me deja en paz.
Y se educa en mi olfato perfumando mi asfalto,
me arrastro hasta su rastro,
y se queda enganchado a mi chata nariz.
Fragancia que seduce mis tonos agridulces.
Adicción que despierta unos salvajes instintos,
que huele que alimenta,
que huele a primavera,
al Abril de me deja cuando está por aquí.

Ahora que estás bien lejos te llamo por teléfono
y me llega el efluvio de tu hedor a tormenta,
me atormenta tu ausencia,
me excito con el viento que bien lleva tu nombre
y del auricular entra por mi nariz.



JAVIER BRAVO
barcelona, 27 de febrero de 2009

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